Oigan que otra vez ando de desobligado con esto de los blogs, pero acá me tienen las pocas personas que me han visitado, pero han de saber que ya me encuentro trabajando, lo cual contribuye en gran manera a que no haya subido gran cosa desde hace algo de rato, pero no sé preocupen, que no olvido visitar este lugar, si tan sólo fueran a llegar los comentarios que tanta falta me hacen.
Con 26 años las cosas en mi vida han comenzado a permutarse en situaciones inesperadas, en donde la rutina, con ánimos de changarro en inauguración, dominan mi quehacer diario, vivo lamentando todos los amores que se forman con tan sólo voltear en el metro, miro hacia cualquier lado, y entre tanta gente tan horrible, hay sorpresas, en donde ojos color avellana, hacen de mi día un lamentar no hablarle y darle mi tarjeta, y no cobraría, sólo quiero perderme en sus rostros, hacer hermosos retratos, para convertirme permanentemente en un coleccionista de belleza, hay tantas, pero tantas mujeres que quiero retratar, y sin embargo, he de conformarme con puras fotos de plantitas, semillitas y demás.
Basta de lamentar, con los ojos de veinte ciervos he convertido mi profesión en un negocio de añoranza, de los labios que pasan rozando el aire, jugando con los recuerdos que nunca existieron, mira que mi imaginación es una preciosa mentira, que juega con presentes, pasados y futuros, haciendo todo de nada.
