miércoles, 2 de febrero de 2011

Restringido...




Ver del otro lado de la gasolinera, la cocina, estos dedos que no juegan, mas que a darle placer al espejo, placer burgués de lamentarse, hoy es un día atareado, mezclado con sentimientos que gustan de decirse lo contrario, con tal de amargarse y dar suave entumecimiento a mi corazón, si tan sólo mi teléfono sonara con tu voz, que no debe volver, y eres tú, siempre tú, quien siempre dice que te olvide con tu olvido.

Ya nada debe de volver a andar, este corazón con muleta necesita quien le rompa las piernas, y le regale una silla de ruedas ponchadas, porque no tengo tiempo que perder en la desilusión permanente, hacen falta besos nuevos que den alas al olvido, labios húmedos por los cual deslizarme a un concierto de los sentidos.

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